sábado, 14 de abril de 2018

25-PERÚ


Escrito en Huanchaco, Perú.

En las dunas del desierto de la costa peruana, Huacachina, nos dimos una vuelta en booggie con Vidala y Marcos.
Reserva Nacional de Paracas, Perú.

Reserva Nacional de Paracas, Perú.

Ya con el vehículo bendecido proseguimos nuestra ruta por tierras peruanas. Hemos visitado Potosí, con sus minas de plata aún activas, la hermosa ciudad de Arequipa, con una plaza de armas y un casco histórico de una belleza extraordinaria, Cuzco, con sus famosas ruinas incáicas de Machu Pichu que no hemos visitado porque son muy caras, porque atraen un turismo masivo y porque ya las vimos en 1985, también Nazca con sus famosas líneas o geoglifos y Huaraz, en el corazón de la cordillera de los Andes. Ahora viajamos hacia el norte, camino de Cajamarca, villa que tiene fama de ser la ciudad más española de toda hispanoamérica.
Durante estas semanas hemos tenido la suerte de conocer a una pareja de argentinos muy agradables, Vidala y Marcos. Conducen una furgoneta Volkswagen como la nuestra y hemos viajado juntos unos días. Ha sido muy divertido.
Ahora viajamos con una pareja de brasileños que conocimos hace unos días. Ellos recorren el continente en bicicleta y se han apuntado a viajar con nosotros hasta la zona de Cajamarca. Estamos felices porque son encantadores. Verónica y Djey, da gusto viajar con ellos.
Por otro lado, ya tenemos localizado el lugar en el que vamos a dejar guardada la “Hippie”al final de este viaje, un asunto que nos tenía preocupados.

Geoglifos en la zona de Nazca.
En Huaraz. Ale probó el cochinillo y estaba buenísimo.
Recogiendo el campamento con Djey y Verónica.