jueves, 16 de diciembre de 2021

54 LA "HIPPIE" HA DICHO ¡BASTA!

Avería
Malas noticias, La furgoneta ha tenido una avería irreparable y se encuentra ahora en un desguace.
El viaje ya empezó mal. Al llegar al aeropuerto de Mexicali no había taxis, era medianoche y ni los Uber ni los taxis normales estaban interesados en trabajar a esas horas. Tuvimos que esperar dos horas para compartir una furgoneta. Llegamos al hotel a las tantas. A la mañana siguiente recogimos nuestra querida "Hippie" con la desagradable sorpresa de que arrancaba mal, echaba  humo y no tenía potencia. Al día siguiente cruzamos la frontera a USA después de 11 horas haciendo cola tras cola; miles y miles de mexicanos pasaban a EEUU para hacer compras de navidad. Conseguimos entrar ya de noche y nos fuimos a dormir a un sitio muy bonito en mitad del desierto de California. Al día siguiente, con la "Hippie" echando humo, avanzamos hasta Gila Bend, ya en Arizona. La furgo seguía mal. Tercera noche en Tucson; por la mañana fuimos a un taller y al llegar allí el motor hizo un ruido raro y se paró. Nos dijeron que la avería era grave y les dijimos que no tocaran más el motor porque no teníamos presupuesto para tal gasto; la factura sería de varios miles de euros y algunas semanas de espera porque las piezas deberían llegar desde Europa. Decidimos entregar nuestro vehículo a un desguace. 250 dólares nos dieron por ella. Lágrimas de las de verdad. 
Recogiendo nuestras pertenencias. La "Hippie" se va al desguace.

Parece ser que este piñón tiene la culpa de todo.

Sacamos todas nuestras pertenencias de la furgo, nos quedamos con las que necesitábamos para seguir viajando en coche alquilado y el resto se las regalamos a unos mejicanos muy simpáticos que trabajaban en nuestro restaurante favorito. Mesa y sillas de camping, herramientas, útiles, repuestos, gato hidráulico, edredón, sábanas, etc...
-"Esto ya no lo necesitamos, si os viene bien os lo regalamos"
-"Por supuesto que nos viene bien" nos dijo Carlos, el más joven de ellos 
Cuando acabamos de llevar a la puerta del restaurante la última de las 6 cajas, apareció y sacó de su bolsillo un billete de 20 dólares.
-"Sólo os puedo dar esto, no tengo más dinero"
A Ale y a mí nos dio una ternura tremenda ver a aquel chaval que andaba escaso de recursos, ofrecernos dinero.
-"¡No! Ni de broma. Esto es un regalo. Son cosas que ya no necesitamos y lo que queremos es que alguien las aproveche. Vosotros os habéis portado bien con nosotros, deseamos que disfrutéis el regalo"
Hay que decir que en el desayuno de esa mañana el tal Carlos se desvivió por conseguirme leche condensada. No me cobró por ella ni por un par de Brownies que me tomé.
Dentro de la tristeza que nos produjo el fin de la "Hippie", encontrar gente así te devuelve la alegría. También tuvimos un encuentro agradable con la gente del taller. El jefe Andy nos trató de maravilla, nos regaló incluso una botella de vino.
Para redondear el gafe que está teniendo este viaje, la gestión de alquilar un coche está siendo horrorosa. Los coches de alquiler de USA no pueden entrar en México, y viceversa, pero es que las gestiones las tienes que hacer tú con el móvil, nadie te ayuda, ni en el mostrador de AVIS en el aeropuerto de Tucson te echan una mano.
Otra opción que barajamos era comprar un coche usado pero resulta que con la pandemia hay escasez de coches nuevos por lo que la gente compra de segunda mano, resultado: Los coches usados han subido una barbaridad. Entre tanto "maremagnum", teníamos un lío en la cabeza descomunal. Nuestra amiga Karina en Ensenada (Mex) y Ana y Tom en Brownsville (USA) nos iban guiando con sus consejos. ¡Gracias por vuestra ayuda! Al final hemos decidido volver a México donde hemos conseguido reservar un coche de alquiler para recorrer Baja California y algo más. 
No tengo claro que cuando lleguemos al aeropuerto de Mexicali, donde tenemos que recoger el vehículo "rentacar" no tengamos problemas. Lo veremos. Esperemos que el gafe de este viaje haya terminado.
Una de nuestras ultimas acampadas con la furgo. Sur de California.

Este es Carlos. Nos quería pagar por las pertenencias que ya no necesitamos y que queríamos regalar.
Los días en Tucson, Arizona, los hemos pasado en este bonito y típico motel norteamericano.