76 CANADÁ

"Campground" en Canadá, abundantes, bien mantenidos, ubicados en lugares bonitos, la mayoría gratis.

Aurora boreal captada por Luisito con su cámara "Go-pro". Fue en el norte de Canadá.

Oso buscando salmones.

El mismo oso pescando. Fue en un lugar donde los osos vienen a comer salmón todos los años por estas fechas, que es cuando los salmones remontan el río a desovar y morir. 

En el post anterior destacábamos nuestra llegada a Alaska, pero el viaje atravesando todo Canadá de abajo arriba merece algunos comentarios. Este país tiene grandes extensiones de terreno virgen. Mucha naturaleza y pocos habitantes, por eso las distancias entre poblaciones son grandísimas. Hay que tener cuidado con los repostajes de gasolina. La carretera es todo asfalto, en malas condiciones en algunos tramos, hay que tener en cuenta que las inclemencias del tiempo invernal y el trabajo de las máquinas para mantener las vías transitables son un castigo tremendo para el pavimento. Por otro lado, los paisajes son espectaculares; montañas nevadas, glaciares, bosques sin fin, poblaciones minúsculas, bastante fauna; pudimos ver osos, coyotes, venados, .... Muy entretenido.

Viajamos en modalidad camping/acampada libre y motel de cuando en cuando. Ale y yo dormimos en el coche, tenemos una cama muy confortable, y los jóvenes, Irene y Luis, en tienda de campaña. La temperatura, fantástica; dicen los locales que es una ola de calor inusual; es caso es que de día vamos en manga corta y por la noche, edredón. Un exotismo: por estos pagos se pone el sol alrededor de las 11pm y se hace de noche a la una de la madrugada. Amanece a las 5AM.  Noches muy cortas. Punto negativo ¡¡¡hay muchos mosquitos!!!

Hay que comentar los sitios de acampada de Canadá. El gobierno central o los regionales mantienen una red de campamentos muy extensa. Son parcelas ubicadas junto a ríos o lagos, siempre cerca de la carretera. Disponen de WC, normalmente de tipo letrina, mesa con banco, grifo con agua y sitios independientes para poner la tienda, el coche, la caravana o la autocaravana. Algunos son de pago mediante sistema de caja/buzón donde depositas el dinero, la mayoría son gratis. A nosotros nos han resultado muy útiles. Aparte de estos "campgrounds", en la práctica se puede acampar en cualquier  sitio; nadie te dice nada. Canadá es un paraíso para los amantes de la acampada. 

Esto fue una entrada fugaz en territorio de Alaska para ver los osos pescando salmones; era en el sur de una franja de ese Estado que baja por la costa del Pacífico al Oeste de Canadá. 

Domingo por la mañana en Anchorage, Alaska. Cientos de pescadores se lanzan a capturar los salmones (miles) que remontan el río. 

En Anchorage nos alojamos en un apartamento.

75 ¡¡¡ALASKA!!!

Primeras horas en Alaska. Todos muy contentos.

En Seattle visitamos a nuestro viejo amigo Miguel. Él y su esposa tuvieron la gentileza de invitarnos a comer en su casa. Generosidad a tope. Miguel junto a Alegría, a la derecha su esposa Patrizia, su hijo Lorenzo, Irene y Luisito.

Otra visita, esta vez en Vanncouver. Estamos en casa de Laura, amiga de nuestra hija Sofía. A mi lado, su pareja, Sergi  y a su lado Laura. Estuvimos en su casa dos noches organizando un caos difícil de aguantar. Ellos lo hicieron. Mil gracias.

Si. Lo hemos conseguido. Hemos llegado a Alaska. Después de 6 años, desde Patagonia, habiendo pasado por 15 países y habiendo enviado al desguace a nuestra querida furgoneta "Hippie", hemos coronado este viaje por etapas con un coche de segunda mano comprado en Miami someramente equipado como "camper". La entrada en Alaska la hemos hecho acompañados por nuestro hijo Luis y su novia Irene. Ha sido un momento emocionante. Estamos muy contentos. Pero no todo ha acabado aquí; en las próximas semanas vamos a recorrer este Estado y después cruzaremos de nuevo Canadá y EEUU hasta llegar a California pasando por el Yellowstone National Park, Cañón del Colorado y Yosemite National Park entre otros lugares de interés. Una vez en California venderemos el coche y volveremos a casa. A ver si todo va bien y podemos rematar este viaje como es debido.

Una de las acampadas libres más bonitas la hicimos en Destruction Bay, Canadá. Todo el campo, lago incluido, para nosotros. 

Este oso lo vimos en una carretera de Canadá.

Tannto en Canadá como en Alaska se ven muchos glaciares.

Nos habian aconsejado llevar un depósito de gasolina extra porque las distancia  entre gasolinera y gasolinera son enormes. Hemos llegado a Alaska sin extrenar el que compramos (de color rojo, en la baca). Eso sí, con el bidoncillo, el coche parece que va a una expedición seria.

74 HA LLEGADO IRENE

En este bar/restaurante de un pueblecito de Montana nos atendió una "cow woman" de película (léase el texto)

 

Con la llegada de Luis y su novia Irene, se ha hecho necesario poner esta bolsa portaequipajes en el techo del coche. El espacio dentro es limitado. Echamos de menos la furgoneta.

Fantástica acampada a orillas del río Yellowstone, en Montana.

Irene, la novia de Luisito, aterrizó en Bozeman, Montana. Allí la recogimos. Nos acompañará en nuestro viaje a Alaska y después hasta California. Allí, en San Diego, comenzará a trabajar como investigadora en un laboratorio. Ale y yo estamos encantados con la nueva compañera de viaje.

ANECDOTA

En un pueblo pequeño de Montana decidimos cenar en el único sitio que vimos abierto, era el típico restaurante norteamericano, con cawboys de clientes y decoración rústica/estrafalaria con motivos rancheros. Estábamos los cuatro, Irene, Luisito, Alegría y un servidor. La camarera, que parecía la propietaria, se dirigió a mí, puso su cara a dos centímetros de la mía y me recitó lo que había de comer. Sin solución de continuidad, me uso sus pechos a dos centímetros de mi cara, la voz a tope de decibelios, los brazos en jarra:

-Y de postre tienes tarta de queso, tarta de chocolate, bizcocho de limón, etc...

Yo tenía una cara con mezcla de sonrisa y miedo porque no sabía si la mujer me iba a soltar un guantazo o me iba a dar un beso. Estuve a punto de pedir todos los postres por temor a una agresión, pero le eché valor al asunto:

-De postres hablaremos después de la hamburguesa, si le parece- respondí con un tic en el ojo.

Mis compañeros de aventuras se partían de la risa. Al final la mujer desapareció por la cocina y no volvió a aparecer. Yo encantado.

Sabor estadounidense en esta calle de un pueblo en Montana.

72 OKLAHOMA CITY

En Oklahoma City con Sam y su prometida Enny

En Oklahoma City nos encontramos con una concentración de amigos de los todo-terrenos Jeep

Subiendo una rueda por esta rampa, probaban la capacidad de flexión de las suspensiones. ¡Un espectáculo!

Una de las cosas buenas de los viajes es visitar a familiares o amigos. Nos resulta muy interesante conocer su modo de vida, nos cuentan cosas del lugar o del país, nos asesoran acerca de rutas, carreteras, sitios que visitar, restaurantes, etc. Pero, además, suponen un punto de ruptura en nuestra rutina viajera, que a veces cae en la monotonía. También sirven para relajar tensiones entre los miembros del equipo viajero. Todo ventajas.

Pues resulta que en este viaje vamos a batir el récord de visitas. Esta es la lista: 

Oneida en Miami. Esposa de un primo de la madre de Alegría.

Francisco Yanes en Miami: Primo carnal mío.

Armando Díaz en Lake Worth, Florida: Primo de mi primo Francisco.

Debbie en Homossassa, Florida: Novia de nuestro amigo de Prosperidad, Benja.

Sam Marino en Oklahoma City: Amigo de nuestro hijo Luis.

Miguel Ramos en Seattle: Amigo nuestro de los años de juventud en la calle Lista, en Madrid.

Tony Geist en Seattle: Amigo de Carmela Bustamante, nuestra amiga gaditana.

Laurita en Vancouver: Amiga de nuestros hijos, en Madrid.

Terry Shippen en San Diego: Suegro de un sobrino segundo de Alegría.

Karina Ortega en Ensenada, Baja California, México: Amiga nuestra.

En estos momentos estamos en Oklahoma City con Sam, el amigo de Luisito y su familia. Nos han acogido con gran hospitalidad. Thanks!

71 DALLAS. HA LLEGADO LUISITO

Primer día de Luisito en USA. Para ayudarle con el "jet lag" hemos cogido un hotel en Dallas; pero que no se acostumbre, que este viaje va de camping.

Este es nuestro "campsite" en un parque estatal cerca de Dallas.

Aquí metimos la pata a base de bien. Pedimos crawfish creyendo que era langosta, pero nos trajeron esta palangana llena de cangrejos de río.

Estamos en un parque estatal en Alexandria, Luisiana. Llegamos a la zona de acampada y buscamos la plaza de camping que habíamos reservado pero no dábamos con ella; decido acercarme a una familia joven que estaba cerca.

-¿Saben donde está la plaza 23?

Me responde el padre, rubio, de unos 30 años, borracho como una cuba:

-Un momento.

Se pone a pensar y ha darme recomendaciones para afinar nuestra búsqueda. Mientras tanto dos hijos de unos 15 años se acercan a mí y me dan las indicaciones oportunas. En esto noto un mordisco en mi codo izquierdo,

-¿Qué pasa aquí? exclamo sorprendido.

Dirijo la mirada hacia el brazo agredido y veo un bebé con cara de felicidad en brazos de su madre, joven, de unos 25 años. Ésta había puesto a su retoño en posición horizontal con la cabeza hacia mi brazo para que pudiera morderme el codo.

-Es que le gusta morder.  Me dice la mujer.

Me quedé meditando un segundo: no sabía si cabrearme o tomármelo a broma. Opté por lo segundo.

-¡Eso me ha gustado! Me encanta que me muerdan el codo. Añadí.

Risas generalizadas. 

En realidad era cierto. A mí siempre me han gustado los mordisquitos, pero que me muerda en Luisiana un bebé por impulso de la madre, no deja de ser sorprendente. 

Volviendo al viaje. Estamos en Dallas, Texas, y ya hemos recogido en el aeropuerto a Luisito, que se une a la aventura hasta Alaska y California. Hoy vamos a Oklahoma City a casa de Sam, estadounidense amigo de luisito.

Me gustan los camionacos estadounidenses

Siempre que podemos hacemos caminatas por el campo. Los sitios de acampada suelen tener rutas para senderistas.

Hemos vuelto a pasar por Nueva Orleans y hemos vuelto a pasar por Bourbon Street. Bullicio garantizado todas las tardes.