domingo, 18 de febrero de 2018

22-POTOSÍ

Escrito en Sucre, Bolivia, el 17 de Febrero de 2018
Al fondo, el Cerro Rico, Potosí.
Ofrenda de alcohol, tabaco y hojas de coca al dios "Tío", protector de los mineros. Los confetis y serpentinas son por los carnavales, recientemente acabados. Si os fijáis bien, podéis ver el pene erecto de la figura.

Yo tuve el privilegio de encender la mecha del cartucho de dinamita.
Del primero de la izquierda no sabemos el nombre, la siguiente era Dione, después su esposo Gonzalo, a continuación su hijo, todos peruanos. La de la derecha, Abe, era de Taiwan
Cuenta la historia que durante los tiempos coloniales el 50% de la plata que se producía en el mundo procedía de Potosí, en concreto del Cerro Rico, montaña de más de 4000m al pie de la cual se fundó la Villa Imperial de Potosí. Hoy día existen 250 minas en el cerro, todas ellas funcionando en régimen de cooperativa.

Los turistas que vienen a esta bella ciudad suelen visitar la Casa de la Moneda, la catedral y a hacer el tour de la mina. Agencias locales te llevan a una tienda donde venden todo el equipo que necesitan los mineros: Hojas de coca, cigarrillos, alcohol etílico puro (se lo beben tal cual o mezclado con algún zumo) y dinamita. Después, en otro local, te dan la vestimenta propia de los mineros: chaqueta, pantalón, botas de agua y casco con linterna. Acto seguido te llevan a la mina. Caminamos durante un kilómetro por un laberinto de galerías mientras el guía nos explica los pormenores de la actividad. Paramos un rato frente a una especie de estatua (como un “ninot”) que representa al diablo; en este caso se trata de un dios protector de los mineros, allí se hace la preceptiva ofrenda de hojas de coca, licor, tabaco y oración. Por último detonamos un cartucho de dinamita. Eso fue lo mejor del tour. Tras encender la mecha nos alejamos unos 70 metros y desde allí, con mucho miedo, pudimos sentir la explosión y el temblor de la montaña. Un numerito.
Después de circular por el Salar de Uyuni había que quitar la sal de los bajos de la "Hippie"
También tuvimos que soldar y desabollar la chapa protectora de los bajos del motor. Durante la travesía de la Ruta de las Lagunas le dimos unos cuantos porrazos.
Auténticos churros en un pueblo perdido de Bolivia.
En algunas carreteras bolivianas marcan así las curvas peligrosas.
El Carnaval de Oruro es muy famoso. Nosotros pudimos verlo y damos fe de que es espectacular, colorido y divertido. 

21-RUTA DE LAS LAGUNAS, SALAR DE UYUNI

Escrito en Sucre, Bolivia,, el 17 de Febrero de 2018
Con Julia y Marcus, austriacos, acampamos un par de noches e hicimos juntos parte de la Ruta de las Lagunas.
Laguna Blanca. El color de las lagunas depende del mineral de la zona o de las algas.
La pista de la Ruta de las Lagunas. El día anterior pasamos por zonas de barro y nieve. Todo a 4500m de altitud.
Visitar el Salar de Uyuni (sur de Bolivia) era uno de los objetivos del viaje. Sin embargo las cosas se torcieron porque las lluvias han convertido el salar en un lago. Pero antes os vamos a contar cómo llegamos a esta parte de Bolivia.
Hay varios pasos fronterizos entre Chile y Bolivia, nosotros optamos por uno que llevaba al Salar de Uyuni atravesando una zona de lagunas de belleza espectacular. Lo gracioso es que esa ruta era para vehículos todoterreno, nos enteramos en el mismo puesto fronterizo. Con arrojo hispano nos lanzamos a la aventura y tras unos cuantos raspones en los bajos de la “Hippie” logramos recorrer toda la ruta, que se encuentra a una altitud de ¡4500m!
Las lagunas, de varios colores, eran bellísimas, pero también lo eran los paisajes por los que circulamos; altiplano andino, siempre cerca de montañas de más de 5000m
Una vez en Uyuni fuimos a ver la parte del salar que se podía visitar; en esos momentos un lago. Una carretera de tierra en forma de terraplén se adentraba unos dos kilómetros en la laguna. Fue una visión porque los Toyota Land Cruiser de las agencias turísticas se atrevían a meterse en el lago, y ver aquellos vehículos avanzar por el horizonte era algo surrealista. Parecía que circulaban por encima del agua. Es mejor que veáis la fotos.

Una visión extraña. Aprovechando que la laguna era poco profunda y que el fondo consistía en una sólida capa de sal, los todoterrenos de las agencias turísticas se adentraban hasta el centro del Salar de Uyuni. En temporada seca sólo se ve una superficie blanca que se extiende hasta el horizonte.
Hasta aquí llegaba la pista que se metía en el Salar de Uyuni. Sólo los 4x4 podían seguir.
Cementerio de trenes en Uyuni

sábado, 17 de febrero de 2018

20-CHILE

Escrito en Sucre, Bolivia, el 17 de Febrero de 2018
Él se llamaba Alonso, ella Génesis. Jovencitos chilenos que viajaban por su país con una furgoneta pequeña en la cual habían adaptado una cama. Habían trabajado meses para ahorrar dinero y poder recorrer la carretera austral. Economía ajustadita. Cuando llegaron a Punta Arenas, en la Tierra de Fuego chilena necesitaban trabajar para recuperar liquidez, se habían quedado casi sin dinero. Él encontró un empleo limpiando las calles, ella en un supermercado. Hasta recibir sus sueldos lo pasaron muy mal. Dormían en la furgoneta, con una meteorología propia de esas tierras australes, es decir: frío, viento, aguanieve,… Su vida se reducía a trabajar y refugiarse en el pequeño vehículo. Un día llegó la policía con malos modales a decirles que no podían estacionar y dormir en la costanera (paseo marítimo). Fueron a la comisaría a poner una reclamación por el trato recibido por los agentes, pero se toparon con la mafia policial. “Ahora no está el funcionario que debe atenderles”, “ no tenemos formularios” y excusas de ese tipo. Al final, después de varios intentos abandonaron la idea.
Un día, el jefe de Alonso le dijo que limpiara de hierbas la acera de una calle. Al rato salió una mujer mayor y se dirigió al joven:
-Hola, ¿Es usted quién ha cortado la hierba de la acera frente a mi casa?
-Sí señora, respondió Alonso temeroso, esperando una queja.
Entonces la señora alargó su mano con un billete de 1000 pesos chilenos.
-¡Por fin alguien ha tenido el detalle de adecentar la acera! Gracias joven.
Aquel dinerillo dio algo de oxígeno a la pareja, casi en bancarrota.
Pasaron unos cuantos días y necesitaban una ducha desesperadamente. Entonces se acercaron a la casa de la mujer:
-Hola. Tenemos que pedirle un favor; necesitamos ducharnos, ¿Podríamos ducharnos en su casa aunque sea pagando, por favor?
-Por supuesto, pasad y ducharos.
La mujer no sólo no les cobró por la ducha sino que les invitó a merendar.
Pasaron las semanas y su situación cambió mucho cuando una compañera de trabajo de Génesis invitó a la pareja a un cumpleaños. Allí conocieron a otra amiga que les ofreció alojamiento y manutención.
Antes estaban deseosos de salir corriendo de Punta Arenas, al final estaban tan a gusto que no les apetecía abandonar esa ciudad austral.

Alonso y Génesis coincidieron con nosotros el año pasado cuando recorríamos la carretera austral de Chile. Viajamos juntos con nuestras furgonetas el tramo final. Despertaron en nosotros un gran afecto porque eran jóvenes, aventureros, amables, educados, excelentes personas y viajaban con una ilusión y una alegría que contagiaban. Fue un placer estar con ellos aquellos días.
Este año, al pasar por Santiago de Chile, nos hemos vuelto a encontrar y hemos viajado con ellos por Valparaíso, Viña del Mar y otros sitios costeros. También hemos disfrutado a tope. Desde aquí un abrazo enorme.
Génesis y Alonso
Carretera Panamericana
Lobos marinos
Valle de la Luna, en San Pedro de Atacama, Chile.
La minería es una actividad muy importante en Chile
Pinchazo. Reparación en San Pedro de Atacama.

Este zorro nos lo encontramos en la carretera de Chile a Bolivia.
Acampada libre en el Cerro Paranal, desierto de Atacama, Norte de Chile.