sábado, 27 de enero de 2018

19-EMERGENCIA AVERÍA

Conocimos a esta simpática pareja en Victoria, Argentina

Estrenando la hamaca que le trajeron los Reyes Magos

Ale con sus dibujos.
Estábamos en Fray Bentos. Era el momento exacto en que comenzábamos nuestro viaje hacia Argentina, Chile,… Le dimos a la llave de contacto y sonó un “Clic Clic” siniestro y el motor sin arrancar. ¡Uff! Alarma. Al instante preguntamos por un taller mecánico. Estaban a tope, viernes y temporada alta, no cabían los coches en el garaje. Segundo taller, lo mismo, pero nos mandó a casa de Carlos Gómez, electricista particular que arreglaba los autos en la calle. Su madre nos dijo que se había ido a Montevideo, volverá el lunes;. Fuimos a otro taller y resultó que su electricista era el tal Carlos Gómez. Vaya panorama. Se nos ocurrió volver a uno de los talleres anteriores y le propusimos al jefe que yo sacara el motor de arranque de la furgo en la calle, y luego él lo revisaría y repararía. Buena idea, nos dijo. Pero antes de meternos en harina le pedí que, por favor, echara un vistazo rápido para descartar que fuera una tontería. Abrió el capot, conectó el voltímetro a la batería y al instante se dio cuenta de que el borne estaba flojo. Lo apretamos y la “Hippie” volvió a rugir como si nada. ¡Vaya faena! Resulta que cuando conecté la batería después de ocho meses parada en el garaje, con las prisas, puse el borne apretado con la mano de forma provisional, después se me olvidó dar el apretón oficial con la llave inglesa. ¡Hay que ver qué mal rato!
Intentando abrir la cerradura estilo "delincuencia"

Ganzúa profesional
OTRO MAL RATO
¿Os acordáis de aquella vez en Angola que cerramos la furgo con las llaves dentro? Pues otra vez hemos repetido la jugada. Estábamos en un lago cerca de Mendoza, Argentina. Me pongo el bañador dentro de la “Hippie”, salgo, pongo el seguro y cierro la puerta con las llaves dentro. Las de Ale, en su bolso, también dentro del vehículo. GRAN FAENA.
Sabiendo que la vez anterior en África abrí el portón trasero con una navajita, nos lanzamos a buscar por el suelo alguna chapa o alambre para forzar de nuevo la cerradura como los chorizos de coches profesionales. Alegría encontró un tenedor que podría valer una vez “tuneado” (véase foto). Efectivamente, bastaron unos cinco minutos de “masaje” y la puerta se abrió. ¡Uffff, qué mal rato! Que conste que tenemos una llave atornillada por la parte interior de la aleta, especial para estos casos. La pega es que para recuperar esa llave hay que buscar o pedir una llave inglesa y un alicate. Con la experiencia de Angola nos olíamos que la opción del tenedor sería más rápida.

Conclusión: estamos muy chochos para estos ajetreos. Como vengo diciendo desde hace años, lo nuestro deberían ser los viajes del IMSERSO.

martes, 23 de enero de 2018

18-HOME SWEET HOME

Por el río Uruguay, de tamaño "familiar", pasan barcos de gran tonelaje.


Gaucho
Nada más estar en posesión de nuestra "Hippie" nos fuimos a la playa, a "La Paloma", cerca de "Punta del Este"

Desayuno en la playa.
Escrito en Venado Tuerto, Argentina, el 20 de enero de 2018

La llegada a Buenos Aires fue también correosa. De entrada, el avión estuvo parado en la pista de Ezeiza una media hora esperando a que quedara libre un “finger”, en el control de pasaportes no sé cómo lo hicimos pero salimos los últimos, después el bus que nos llevó al centro de la ciudad tardó más de dos horas. Sí, habéis leído bien, más de dos horas para 30 km. A continuación, con las mochilas y el calorazo reinante, nos arrastramos por las calles de BsAs hasta la estación de autobuses para tomar otro colectivo a Gualeguaychú, ciudad fronteriza; recordad que la furgoneta estaba en Uruguay. De allí nos  fuimos en taxi pirata a Fray Bentos, ciudad donde estaba nuestra deseada "casa rodante", con frontera rápida de por medio. Llegamos a la cochera donde estaba nuestro vehículo ya de noche. Contactamos con la encargada del garaje para que lo abriera. Allí estaba la “Hippie”. Ahora tocaba arrancarla para ir con ella a dormir a nuestro prado preferido junto al río Uruguay; 3 km. Quitamos los plásticos que la cubrían, conectamos la batería, le dimos a la llave de contacto y ….burruuum burruuuum….¡¡¡MOTOR EN MARCHA!!!  Conclusión: después de 48 horas de mucho aeropuerto y pocas horas de sueño llegamos a destino reventados. Afortunadamente la furgo se portó de maravilla. Fue un momento mágico, reencontrarte con el vehículo que será tu casa durante cuatro meses. Todas las durezas del viaje pasaron al cajón del olvido y entramos en estado de euforia/subidón.

domingo, 21 de enero de 2018

17-ESCALA EN USA

De nuevo con nuestra querida furgoneta. Un placer.
Playa de "La Paloma" en Uruguay. Aquí se ven ballenas en cierta época del año.

Por no ponerme crema de protección solar me agarré una quemada de campeonato. ¡Por la noche tuve hasta fiebre!

Escrito en Venado Tuerto, Argentina, el 20 de Enero de 2018.

A vueltas con el visado de Estados Unidos. Después de lo trabajoso que fue conseguir en Madrid el visado para entrar en USA, véase el apartado “información práctica”, no esperábamos las dificultades que tuvimos en nuestra escala en Nueva York. Al llegar al aeropuerto JFK nos tragamos una cola descomunal para el control de pasaportes, hacemos nosotros mismos el trámite en una máquina, acto seguido pasamos por una cabinita donde un oficial de inmigración verifica todo. Al ver que tuvimos problemas de visa en Madrid nos manda a la “oficina”. La “oficina” es famosa y temida porque ahí revisan tu caso, supongo que verifican que no estés en ninguna lista de delincuentes o terroristas, y deciden si puedes entrar a los Estados Unidos de Norteamérica o no. Delante de nosotros había una pareja de jóvenes, a ella le pusieron las esposas y se la llevaron; el compañero se quedó ahí más tirado que una colilla. Nosotros muertos de miedo por el panorama y porque nuestro vuelo a Buenos Aires salía en una hora. Al final nos dieron los pasaportes y salimos zumbando a la otra terminal, pero antes, otro control de pasaportes con cola tremenda. No perdimos la conexión de milagro.
La ciudad uruguaya de Canelones fue fundada por canarios. Las matrículas en esa provincia llevan el logotipo de "Comuna Canaria"

PERDOMO es apellido canario