jueves, 7 de marzo de 2019

34 COLOMBIA CENTRAL


Con Elsa y Natalia, a la derecha.
¿Cómo ir a Bogotá y no visitar el museo Botero?
Vista de Bogotá desde el cerro Monserrate.
En Colombia hay una zona que se llama Eje Cafetero. Allí está el valle de Cocora donde crecen las palmeras más altas del mundo, 60m.

Las grandes ciudades a veces se nos atragantan. El tráfico, la inseguridad, el aparcamiento,… Bogotá tiene 8 millones de habitantes, casi el doble que Madrid, sin embargo, esta vez hemos caído en las manos de Elsa, amiga de Cristina Buraya, y nos ha dado alojamiento, aparcamiento, alimento, transporte, miles de consejos y mucho mucho cariño. Debido a ello, y también a las atenciones de su hija Natalia, hemos podido disfrutar de unos días inolvidables en la capital de Colombia. Además hemos conocido a sus otras hijas Mariana y Poli, así hemos conocido de primera mano el estilo de vida de los colombianos, un lujo no al alcance de cualquiera. Gracias Elsa y familia.
Desde allí, conduciendo por las buenas y bellas carreteras colombianas, seguimos avanzando hacia el norte, hacia el Caribe. Allí nos esperan ese mar de color esmeralda con sus playas paradisíacas y el puerto de Cartagena, donde debemos embarcar la furgoneta para pasarla a Panamá. Los Andes nos siguen haciendo compañía y nos regalan paisajes extraordinarios, tormentas espectaculares y temperaturas deliciosas, sin mosquitos. Todo ello aderezado con la buena disposición de los locales, su alegría y amabilidad. Al ver nuestra furgo con matrícula española se quedan sorprendidos, nos preguntan de dónde somos, quieren saber cómo ha llegado el vehículo a Sudamérica, y miran el interior del vehículo con curiosidad. Para los de aquí, somos un exotismo.
Villa de Leyva, localidad de estilo colonial perfectamente rehabilitada y conservada. Dicen que su plaza es la más grande de todo Suramérica
La Casa de Terracota, cerca de Villa de Leyva. Al parecer la arcilla se iba cociendo in situ, se horneaba poco a poco y así iban creciendo los muros hacia arriba. Es obra de un arquitecto colombiano.
Seguimos viajando por los Andes.
Este es uno de los hoteles en los que nos alojamos de cuando en cuando. 12 euros la doble. Muchos días Ale y Yo compartimos un menú que cuesta 3 euros, por tanto, comemos por 1,5 euros cada uno. En general la vida en Colombia es muy barata, también en Ecuador, Perú y Bolivia

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