Vista de la Ciudad de México desde el Castillo de Chapultepec. El eje central de la foto es la Avenida del Paseo de la Reforma, bordeada de grandes y modernos edificios. |
Todos los días, a las 18:00pm tiene lugar el solemne acto del arriado de la bandera nacional en el centro de El Zócalo, plaza principal de la ciudad. |
En México abundan las churrerías, esta se fundó en 1936. En la foto no se ven muchos clientes porque era muy temprano, pero durante el resto del día la gente tiene que hacer cola. |
Avanzamos hacia el sureste por la costa del Golfo de México.
De Nueva Orleans fuimos hasta Brownsville, pequeña localidad
fronteriza donde viven Ana y Tom, antiguos amigos de la época de Kenia. Allí
nos quedamos un par de días y tras intensas deliberaciones decidimos cambiar el
plan. Tom nos alertó de los problemas de inseguridad que existían en el estado
de Tamaulipas, en concreto en la carretera que lleva a Tampico y Veracruz. Con
ese panorama se nos ocurrió la idea de dejar el coche en casa de Ana y Tom e ir
a Méjico capital, una cosa que teníamos pendiente desde hace años y que nos
hacía ilusión. Desde Matamoros, que es la ciudad fronteriza pegada a
Brownsville, tomamos un bus nocturno que nos dejó en Ciudad de Méjico; allí
hemos pasado una semana estupenda. La idea era regresar a Brownsville después
de haber visitado Puebla y Veracruz.
México City nos encantado. Las calles tienen un ambientazo
tremendo, hay edificios clásicos por todas partes, las iglesias son preciosas. El número de monumentos y
museos es extraordinario. También la comida mexicana ha contribuido a que
nuestra experiencia en la capital haya sido del todo satisfactoria.
Un servidor no es gran amante de la arquitectura moderna, pero algunas creaciones de México son espectaculares. El patio central del Museo de Antropología me dejó boquiabierto. |
Interior del edificio de Correos. |
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