viernes, 27 de enero de 2017

3-VIAJANDO POR URUGUAY

Nuestro lugar de acampada en Fray Bentos
27-Ene-2017, Rio Cuarto, Argentina
Qué bonito es Uruguay y qué agradables los uruguayos. El campo es verde, mucha agricultura, ríos de formato americano, es decir, inmensos. Los locales son amables, educados y se desviven por ayudar al visitante. Por otro lado, la vida es cara, especialmente en Montevideo. Después de visitar Colonia del Sacramento, decidimos ir a Fray Bentos, ciudad fronteriza a orillas del río Uruguay. Hicimos noche allí, en una especie de camping municipal gratuito. Por la noche se formó tal barullo de músicas a todo decibelio, que al día siguiente decidimos irnos a otra zona de la costa mucho más tranquila. Allí nos quedamos cinco días y aprovechamos para encargar a un tapicero de la ciudad cercana que nos hiciera una funda para el colchón y nos reparara la tapicería de los asientos, que estaba desgastada después de los viajes por África (75€).
Las puestas de sol en el río Uruguay son espectaculares
Lo más destacado de este país es la tranquilidad que se respira por todos lados. Las ciudades son amplias (Montevideo es otra cosa), puedes circular sin embotellamientos, hay sitio para aparcar en cualquier lado, la gente no es ruidosa y se come de maravilla. Por eso nos dio pena saltar a Argentina, pero había que hacerlo porque no queríamos retrasar demasiado nuestra llegada a las regiones australes (Tierra de Fuego) por temor a la llegada del otoño. Las carreteras por esa zona pueden llegar a ser impracticables en invierno, especialmente en el lado chileno.
San Javier es un pueblo uruguayo creado por colonos rusos hace un siglo. Conserva muchas de sus tradiciones.

Calle de San Javier
Hemos comprado herramientas para reponer las que nos robaron de la furgoneta durante la travesía en barco de Bilbao a Montevideo. El “chorizo” se llevó mi querida “Leatherman” (herramienta multiuso que cuesta 120€), una linterna frontal, destornilladores, alicates, la colchoneta de yoga de Ale, la navajita que perteneció al padre de Genoveva, un cuchillo de cocina con su funda de cuero hecha por Ale, y algunas cosillas más. En total unos 300€ de “avería”

No hay comentarios:

Publicar un comentario