Escrito enZorritos, Perú
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Carrereta a Cajamarca |
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Esa noche tarde y noche las pasamos junto a la casa de estos niños, Darling y Miguel. Su abuela nos dio de cenar |
Recorriendo el norte de Perú hemos visitado la zona de
Cajamarca y Chachapoyas. La primera tiene fama de ser la villa más española de
toda Sudamérica, extremo que no podemos asegurar, pero sí podemos decir que es
una ciudad preciosa, con una plaza de armas amplia, bien conservada y
restaurada, con muchas iglesias de estilo colonial y un centro histórico que te
hace creer que estás en un pueblo de Extremadura. Chachapoyas es otro tanto de
lo mismo, población más pequeña y con la plaza de armas desguazada por las
obras de rehabilitación que se llevan a cabo. Pero lo más destacado de este
recorrido ha sido la carretera de acceso. Una vía angosta que avanzaba por
entre las montañas con precipicio a un lado y ladera rocosa con
desprendimientos frecuentes al otro. Durante muchos kilómetros el ancho de la calzada
no daba más que para un vehículo, por supuesto, en las curvas cerradas, que
había muchas, había que tocar el claxon para avisar a los coches que venían en
dirección contraria; afortunadamente no había apenas tráfico. En un momento
dado la carretera cruza el río Marañón ¡nada menos!
Lugares de interés arqueológico tampoco han faltado por
estas tierras norteñas. Hemos visitado las ruinas de Kuélap, que el gobierno
quiere promocionar a golpe de inversiones millonarias como el impresionante
teleférico de 4 Km que te lleva al pie del yacimiento. La propaganda insiste en
que esta ciudadela/fortaleza tiene la misma importancia que Machu Pichu. A
nosotros nos gustó tanto el sitio arqueológico como el teleférico.
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Catarata Gocta, algunos dicen que es la segunda más grande del mundo, después del Salto del Ángel, en Venezuela |
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Ruinas de Kuélap |
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Sarcófagos de Karajía |
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Rio Marañón |
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