miércoles, 2 de febrero de 2022

57 LOS CABOS

A Baja California también llegan los cruceros. La mayoría de los pasajeros son norteamericanos.
Todos Santos es una localidad de Baja California (México) de las denominadas “Pueblos Mágicos”. Muchos turistas de USA, Canadá y algunos europeos. Tiendas “monas” donde se vende artesanía cara para “Hipijos”. Paseando por sus calles llegamos a una obra en la que trabajaban dos operarios en el tejado y un señor mayor dando órdenes desde abajo. Saludamos y éste nos devuelve el saludo. Intercambiamos un par de frases y nos pregunta: -¿De dónde nos visitan? Es la pregunta clásica que hacen los locales para satisfacer su curiosidad acerca del origen de los turistas; en otros sitios de dicen ¿De dónde es usted? O ¿Cuál es su país? En México la frase es siempre la misma: ¿De dónde nos visitan? -De España. Respondemos. -¡Ah! ¡Ya decía yo que hablaban español muy fluido! La conversación sigue con explicaciones acerca de la obra. Están cambiando el tejado del local; pretenden abrir un bar. En un momento dado el señor nos dice: -Yo era piloto -¿Si?¡qué interesante! Respondo yo, que soy gran aficionado a los aviones y tengo esa profesión como vocación perdida. -Si,era militar; pilotaba aviones de todo tipo, llegué a pilotar reactores de cuatro turbinas. Hice un silbidito en señal de admiración. -Ahora estoy jubilado. El Ejército me ofreció una jubilación y la acepté. Al instante añadió: -Nada más jubilarme me contactaron los narcos para que pilotase para ellos. Otro silbidito mío. -Querían que llevase avionetas y, sobre todo helicópteros. -¿Y cómo se enteraron los narcos de que se acababa de jubilar? -¡Hay amigo! Los narcos tienen contactos dentro del ejército. Se enteraron hasta de mi domicilio- -Y usted rechazó la oferta, obviamente. -Si. Reflexioné sobre el camino que debía tomar y decliné el ofrecimiento. -¿Y no hubo represalias? -No. Pude continuar con mi vida en paz. Ahora me dedico a esto; a hacer techos de palapa. Los techos de palapa son los de algunos restaurantes o casas de países tropicales hechos a base de hojas de palmera. Son muy fresquitos y, estéticamente resultan vistosos. El final de la conversación fue un intercambio de nombres gracioso: -¿Cómo se llama usted? -Hilario -Esta es mi mujer, se llama Alegría; yo me llamo Pepe. -¡Ah! Pepito. Buen nombre. Dijo.

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