jueves, 16 de febrero de 2023

67 FIN DE ETAPA

Ahí quedó el coche, listo para la próxima etapa que consistirá en llegar a Alaska


Con la prima de Alegría y sus sobrinos en Los Cayos de Florida. De izquierda a derecha: Un servidor, Jose, Anny, Alegría, Betty y Oneida.


Siestita que no falte.


El otro día nos pasó una cosa curiosa. Llevábamos varios días buscando una lona para cubrir el coche cuando fuéramos a aparcarlo antes de partir hacia España; no conseguimos ninguna. Pues resulta que llegamos a un sitio de acampada dentro de un parque estatal al sur de Florida y cuando nos instalamos en nuestra parcela vemos en la de al lado una lona plegada. Era vieja, con algunos agujeros y parecía abandonada. Justo lo que necesitábamos. Al cabo de un rato viene la encargada del campamento, le preguntamos por la lona y nos dijo que podíamos cogerla, que pertenecía a un tío raro que venía por ahí de cuando en cuando. La cogimos y la metimos en el coche. Nos fuimos a la ciudad próxima a cenar y a la vuelta, ya de noche, vemos un coche con trailer aparcado en el sitio donde estaba la lona, el propietario ya dormía dentro del coche. Nos pasamos la noche entera dándole vueltas al tema: ¿Será el dueño de la lona? ¿La tenía realmente abandonada? ¿Se la devolvemos por la mañana?¿Vendrá a preguntar por ella? ¡Como sea así, menuda vergüenza!....
Ya por la mañana escrutamos con discreción al vecino. Parecía un "homeless" pero no de los paupérrimos que van sucios y desarrapados. En el trailer/carrito llevaba gran cantidad de cosas, también en el interior del coche.
"Oye, Ale, ¿qué te parece si le decimos lo de la lona? ¿le preguntamos si era suya?" Dije yo.
"Yo creo que sí. Habría que hablar con él. Si la lona es suya puede que la necesite, sería una gran faena robar a alguien que no nada en la abundancia" Me dijo Ale.
Y así lo hicimos.
"Si, la lona es mía pero os la podéis quedar. Gracias por decírmelo"
¡Qué alivio! Resulta que el paisano, de unos 60 años se había quedado sin trabajo y la casa en la que vivía había subido la renta una barbaridad. Se vio abocado a vivir en la calle.
Le invitamos a café y galletas. Nunca olvidaré la noche de remordimientos que pasé"
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Cambiamos de tema.
Y llegamos al final de esta etapa. Dejamos el coche aparcado en Lake Worth, Florida, véase google maps, en la finca de Armando, un cubano primo de mi primo que generosamente nos ha cedido un espacio en su propiedad. Próxima etapa, si no hay contratiempos, Alaska. Os mantendré informados.
Gracias a todos.
Tuvimos la ocasión de ver la "Super Bowl" en casa de familiares y amigos de la mujer de mi primo Francisco. Celebración nacional de primer orden. Toda una experiencia

En la casa de Armando y Dory, (junto a Alegría) primos de mi primo Francisco. Nos dejaron aparcar nuestro carro hasta el verano. ¡Thank you!

Partida de billar americano con mi primo Francisco. En la esquina, cámara en mano, Carmen, su pareja. Nos acogieron en su casa de Miami los últimos días de viaje. ¡Gracias! 



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