domingo, 16 de enero de 2022

56 DE NUEVO EN MÉXICO

Una de las atracciones de Baja California es el avistamiento de ballenas. Ya hicimos la excursión Javi y Yo hace un año. Ahora le tocaba el turno a Alegría.
Un accidente entre dos camiones cortó el tráfico durante horas. Las colas de camiones eran kilométricas.
El relato que viene a continuación describe un encuentro que tuve hace semanas en USA. Lo escribo ahora porque en su momento me impactó, porque me viene a la memoria con frecuencia y porque me parece interesante. ----Autobús “Greyhound”, de los típicos de Estados Unidos, salen en muchas películas. Me subo en Tucson con destino Los Ángeles. Casi todos los asientos ocupados, veo uno libre junto a un hombre de unos 40 años, -¿Me puedo sentar ahí?- -Claro-, responde el hombre, apresurándose a recoger el macutillo que tenía ocupando el asiento colindante. El bus circula por las estupendas autopistas estadounidenses. Los paisajes resecos de Arizona, como los de las películas del Oeste, desfilan por las ventanas del "Greyhound". Al cabo del rato inicio conversación: -Me llamo Pepe, ¿y usted? -Mario -¿Va usted a Los Ángeles? -Si - ¿Y vive en Tucson? -No, soy colombiano, y acabo de salir de un centro de detención de inmigrantes irregulares- Me quedo helado al oir eso. El señor se ha debido dar cuenta de la impresión que me ha causado. Le pregunto: -Esos centros ¿cómo son?, ¿como la carcel? -Parecido. La diferencia es que ahí no hay delincuentes, todos éramos inmigrantes. -¿Mal trato?¿Agresiones? -No, en absoluto. Me han tratado bien, nos daban comida y todo. -Eso está bien, al fin y al cabo todos somos seres humanos. -¿Y ahora qué?¿Le han dado una tarjeta verde para que pueda residir aquí? -No. Me han dado esta identificación. Me enseñó un carnet plastificado en el que rezaba su condición de inmigrante irregular y ex interno en el campo de detención de inmigrantes. No le pregunté si con ese documento podría resedir o buscar trabajo en USA porque ya me olía la respuesta. Pasaron unos cuantos minutos de silencio antes de la siguiente pregunta de Mario. -¿Le puedo hacer una pregunta? -Claro- respondí. -¿Usted es cristiano? -Si. Pero no practicante, es decir no voy a misa y soy poco religioso. -Entiendo. Lo importante no es ir a misa, sino ser una buena persona. -Eso mismo pienso yo. Intenté cambiar de tema preguntando sobre sus planes inmediatos. -Y ahora ¿va usted a buscar un trabajo en Los Ángeles? ¿Tiene familiares o amigos allí? -No, no tengo a nadie por allí y la verdad, no estoy buscando trabajo. Lo que yo quiero es dar a conocer la palabra de Dios en las cárceles, eso es lo que me gustaría hacer. Estuvimos charlando un rato más, al rato la conversación se desvaneció. Llegamos a San Bernardino, donde nosotros, Alegría y Yo, debíamos cambiar de bus. Allí vimos desaparecer a Mario, el inmigrante colombiano, metido en el "Greyhound" destino Los ángeles; destino las cárceles de EEUU.----
Espectacular puesta de sol vista desde la casa de Karina, en Ensenada. Aprovechamos para agradecerte, una vez más, tu hospitalidad. Vivir contigo unos días nos permite conocer desde dentro el carácter de la sociedad mexicana, y eso es todo un lujo. Gracias de nuevo.
Otra gentileza de nuestra amiga mexicana Karina. Nos permitió visitar su cultivo de ostiones (ostras) en Guerrero Negro. Francisco y Carlos nos enseñaron todo el proceso.
Montaña de sal en Guerrero Negro, Baja California Sur. Ahí estan unas de las salinas más grandes del mundo. Sólo un pequeño porcentaje de la producción se se destina al consumo humano. Es interesante saber que la sal se usa en la fabricación de acero, de PVC, de ciertos tipos de cerámica, en la industria química, farmacéutica y textil.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por la experiencia y la forma de viajar. Fue una suerte conocerlos pues nos ayudó mucho para nuestro viaje.

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