miércoles, 11 de enero de 2023

63 NUEVA ORLEANS


Bourbon Street, en el corazón del barrio francés de Nueva Orleans. Ambiente garantizado.


Peculiar arquitectura del barrio francés.


Ya estuvimos en 1992 en Nueva Orleans, con Luisito siendo bebé, pero como como teníamos un buen  recuerdo de aquella visita, decidimos pasar un par de días en esta divertida ciudad.  
Después de New Orly. seguimos nuestra ruta hacia el oeste y paramos en Lafayette. Llegamos un domingo por la tarde, ciudad desolada con un centro histórico bonito pero desierto. Al pasear vemos un grupito de gente joven a la puerta de un bar, decidimos entrar a tomarnos una cerveza; se trata de una especie de "pub" con música y mesas de billar americano. Al rato entra un señor que mete moneda en el billar; algo perplejo, me pregunto si va a jugar él solo, pero en esto me mira a mí y señala la mesa con la mano. Me ofrece jugar. OK, le digo. La primera partida la gané yo, de churro. Me tocó pagar la segunda, que ganó Rick, así se llamaba el rudo vaquero que al despedirse y darme la mano por poco me la tritura. Seguimos escuchando la música del local (para jóvenes con tatuajes) y se me ocurre acercarme a un grupito de clientes que jugaban a algo extraño en una mesa alargada con bordes altos por todo el perímetro. Al detectar al "mirón", un servidor, me ofrecen jugar. 
-"No tengo ni idea de cómo se juega" 
-"No pasa nada, yo te lo explico" me dice una de las féminas presentes.
Resulta que la cosa consiste en lanzar unos discos metálicos del tamaño de un yo-yo a lo largo de la mesa, unos 3 tres metros, resbalando e intentando que se paren lo más cerca posible de una marca. Lo curioso es que para que los discos resbalen bien se echa arena encima de la mesa. Es entre la petanca y el curling. Ale y yo tiramos un par de veces y la cosa acabó ahí porque ellos tenían que marcharse. Al rato, Ale y yo jugamos un par de partidas de billar, y de ahí a cenar a "La Carreta", un restaurante de comida mexicana. Nos comimos unos tacos y unas enchiladas de rechupete.
Con todo ello salvamos una tarde de domingo que prometía ser muy tediosa
Rio Mississippi



Comida "cajun", típica de La Luisiana. Estoy degustando un "Gumbo", una especie de sopa espesa a base de gambas, carne de cangrejo y especias varias con una montañita de arroz en el centro. Para morirse de gusto. 


Esta foto era parte de la decoración del restaurante.

Una de las noches entramos en un bar a tomarnos una cerveza. Estas personas jugaban a los dados con dinero. Ambiente norteamericano puro.

Acampada en un campamento estatal. Una delicia estar prácticamente solos.

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