lunes, 27 de octubre de 2025

88 PHOENIX, Y FINAL DE VIAJE

 

Paisaje típico de Sedona, Arizona

13 de octubre 2025

Camino De Phoenix (cuarta y última vacuna de la rabia), paramos en Sedona, Arizona, una zona que se ha puesto de moda por sus paisajes llenos de formaciones rocosas. La ciudad en sí es prácticamente una calle que se colapsa con los atascos de los turistas que acuden allí en masa durante el verano y los fines de semana. Acampamos en el campamento “Manzanita”; por esta zona abundan los nombres españoles. Allí nos cogió, de noche, una tromba de agua tremenda. Ale y yo dormíamos en el coche, pero nos despertamos asustados por el ruido de la lluvia. Yo pensaba en la Dana (riada) que mató en Valencia a 224 personas hacía un año. Luisito había puesto la tienda junto al río que atravesaba el campamento; temía que éste se desbordara y se llevara a Luis por delante. Afortunadamente, el río no llegó a subir el nivel y la tienda de campaña, pese a estar en medio de una laguna, se mantuvo bien, y seca por dentro.

Ya calculo que cayeron más de mil árboles en Phoenix debido al tormentón del que fuimos testigos. Al fondo se ven las palmeras. No vimos ni una derribada.

Otro episodio de tormentas nos pasó en Denver, cuando, estando en un restaurante de hamburguesas, vimos caer otra tromba de agua acompañada de vientos huracanados. Todo el mundo dejó las hamburguesas y se puso a mirar por las ventanas. Duró un cuarto de hora. Luego pudimos comprobar que gran cantidad de árboles habían sido arrancados de raíz. Curiosamente, palmeras no cayeron ninguna. Cuando salimos con el coche a cenar vimos un escenario desolador: pasamos por barrios enteros sin electricidad, con postes de la luz derribados, árboles arrancados y coches de bomberos y policía ayudando a despejar las vías y a organizar la circulación en los cruces con semáforos apagados. Al día siguiente Luisito leyó en algún noticiario que hacía más de un siglo que no había habido una tormenta similar en Phoenix. Recordemos que esta ciudad está en una zona predominantemente árida, con lluvias muy poco frecuentes.

Llegamos de regreso a San Diego, donde pasamos unos días estupendos haciendo paseos, frecuentando la playa, jugando al billar americano (prefiero el francés, de toda la vida) y tomando cerveza con cacahuetes templados en el “Open Bar”, garito playero con precios moderados y gran ambiente. También dimos con un “rastro” muy interesante.

San Diego

Yo, por mi parte, aproveché que existe un tren que une San Diego con Los Ángeles a buen precio, y me hice una excursión de un día. Me dio tiempo a ver el “Paseo de la Fama” y poco más.

El día 21 de octubre volamos de regreso a Madrid.

87 SANTA FE

Interior de la casa/estudio de Georgia O'Keeffe.

Paramos un par de días en Santa Fe, Nuevo México, porque me tocaba la tercera vacuna de la rabia y porque Alegría había reservado una visita a la casa museo de Georgia O’Keeffe, famosa pintora estadounidense. Ciudad interesante convertida en centro cultural con gran cantidad de tiendas y galerías de arte.

Intentando encender un fuego con toda la leña húmeda; parecía misión imposible pero al final lo logramos e hicimos carne a la brasa. Hicimos esto varias veces teniendo que ingeniárnoslas por no tener parrilla; en esta ocasión Ale fabricó, con mucho ingenio, una con ramas húmedas y verdes. Funcionó.

Seguimos hacia el sur de Arizona porque Luisito tenía interés en visitar el "White Sands Park" junto a la frontera con México. Mala suerte, porque lo encontramos cerrado. Al menos pudo sacar algunas fotos con su dron desde la alambrada junto a una carretera.

Después pasamos otros dos días en el Cañón de Chelly, una copia a escala menor del Cañón del Colorado. Allí hicimos una caminata que nos llevó al fondo de la cortada. Puro territorio indio.

Cañón de Chelly; del borde al fondo había un desnivel de 300 metros; el Cañón del Colorado tiene 1.500 metros de profundidad.


Antiguas moradas de los indios Hopi y Navajos.






domingo, 26 de octubre de 2025

86 ROCKY MOUNTAINS

Fantástica acampada a orillas del Río Colorado

Montañas Rocosas

Otoño en las Rocosas

2 octubre 2025

Lo de poner Denver en el rutómetro venía obligado porque habíamos decidido visitar el “Rocky Mountain National Park”, que está al lado. Allí estuvimos en un motel con mucha gente interesante; uno de los vecinos, bastante joven, se levantaba, y ya tempranito, se sentaba en el pasillo con una botella de whisky a mano. Vimos muchas personas metidas en drogas, alcohol, sin hogar y con pinta de tener problemas de salud mental.

En esa ciudad, el seguro de viaje nos dirigió a un hospital que tenía la vacuna de la rabia. Allí me la pusieron y también la inyección de inmunoglobulina. A todo esto, muchos Emails con la compañía de seguro de viaje. Durante la estancia en ese centro médico, se me metió en la cabeza que había perdido mi pasaporte; estaba seguro de que lo había entregado en recepción y no me lo habían devuelto; monté un lío tremendo, puse a todo quisqui a buscar mi pasaporte, se armó un buen revuelo, y al final Luisito llamó al hotel, donde estaba Alegría, y confirmó que el pasaporte estaba allí. ¡Qué vergüenza tener que pedir disculpas a todo el personal del hospital! 

5 octubre 2025

Entre Denver y Santa Fe hicimos parada en el “Great Sand Dunes National Park”, todavía en el estado de Colorado. Se trata de un conjunto de dunas, dicen que las más altas de Norteamérica. Allí van muchos estadounidenses a deslizarse por las laderas de arena con sus tablas parecidas a las de surfing. El paisaje es muy bonito.

Llegamos allí en un día frío y lluvioso, decidimos ir a un hotel en Alamosa, a 50km. La segunda noche fue de acampada dentro del parque. Hicimos otro fuego, esta vez sin accidente y nos hicimos unas salchichas choriceras a la brasa que nos supieron a gloria.

Great Sand Dunes National Park, al sur de Colorado, casi frontera con Nuevo México


85 VACUNA DE LA RABIA

Monument Valley Park. John Wayne podría aparecer con su caballo en cualquier momento.

Arches National Park, con muchas formaciones rocosas donde abundan los arcos.

 

30 octubre 2025

El “Monument Valley” fue nuestra siguiente parada. Allí se divisan los paisajes mas famosos de las películas del oeste. Es territorio de los indios navajo. Acampamos en un camping bastante silvestre y ocurrió algo que condicionó el resto del viaje: al llegar quise acariciar un perro del lugar, pero éste me mordió y me hizo sangre; pasé la noche dándole vueltas a la cabeza con el tema de la rabia. Por la mañana pregunté a la señora del camping si el perro “Bruno” estaba vacunado, me dijo que sí, pero yo no me fiaba. Decidí ponerme la vacuna de la rabia, llegamos al hospital más próximo, en Blanding, Utah, y me informaron del protocolo para estos casos: había que ponerse cuatro vacunas, mas una inyección de inmunoglobulina. Primera vacuna el mismo día del mordisco o siguiente, segunda a los tres días, tercera a los siete y cuarta a los catorce. La inmunoglobulina, durante los diez primeros días. Así que, una vez hablado con el seguro, tuvimos que hacer una planificación del viaje de manera que los días de vacuna coincidieran con una ciudad grande o mediana, lo cual obligaba a coger hotel esos días. El rutómetro quedó así: segunda vacuna, en Denver, tercera en Santa Fe y cuarta en Phoenix; la inmunoglobulina sería en Denver.

A comentar que el hospital de la primera vacuna, en Blanding, no aceptaba pagos del seguro. Una vez puesta la vacuna, o pagábamos nosotros o no salíamos del establecimiento. 900 dólares nos costó la primera inyección, y encima no funcionaba el sistema de pago con tarjeta, con lo cual tuvimos que ir a un cajero; menos mal que éste sí funcionó. La inmunoglobulina costaba ¡5.000 dólares! Dijimos que no, gracias, ya lo intentaríamos en el siguiente hospital.

Ahí me clavó el colmillo el perro. Realmente fue tan solo un arañazo, pero me hizo sangre.

En el primer hospital que encontramos, una pequeña población de Utah llamada Blanding. Ahí me pusieron la primera vacuna de la rabia. 900 dólares. Menos mal que teníamos seguro de viaje.


84 El Gran Cañón del Colorado

Ese de la izquierda es el "Joshua Tree"

 



22 octubre 2025

El viaje en coche propiamente dicho comenzó con una visita al parque nacional “Joshua Tree”, ya lo conocíamos del viaje a Alaska, pero como estaba a mano, no dudamos en pernoctar ahí. El lugar es muy bonito, con grupos de rocas por todos los lados y vegetación de tierras áridas donde destacan los árboles llamados "Joshua Tree". Noche tranquila. La vía láctea se veía con claridad.

No lo teníamos previsto, pero como vimos que teníamos muchos días por delante y que la ciudad de Las Vegas estaba cerca, decidimos acercarnos a la ciudad de los casinos y del horterismo concentrado; no deja de ser entretenido darse un paseo por los hotelazos/casinos de esta urbe de película. Además, los hoteles son baratos, parece una estrategia para atraer a clientes y que caigan en la tentación de jugar a la ruleta. Allí vimos mucha gente perdiendo dinero en las máquinas tragaperras, ruletas, black jack, etc.

Hay un tren que va desde Williams, 100 km al sur, hasta el Cañón del Colorado; muy usado por los turistas.

Alce pasando por nuestro camping en el Cañón del Colorado

26 octubre 2025

Siguiente parada, el Cañón del Colorado. Era la tercera vez que lo visitábamos, la primera en 1995 con Luisito de 6 meses, la segunda en el viaje a Alaska (2023). No nos decepcionó pese a que el tiempo no acompañó; hay muchas posibilidades de paseos, desplazamientos en buses del parque, gratuitos, y muchos miradores. El sendero estrella del parque es uno que te lleva al fondo del cañón, 1.500 metros de desnivel. Nosotros recorrimos hacia abajo una parte, como un kilómetro, y regresamos. Había mucho público por esa ruta. La vida en el campground era muy entretenida: nuestro vecino de acampada era un señor mayor con una furgoneta Volkswagen T1 de los años 60, era su cumpleaños y había reunido a una hija con sus nietas y otros familiares; todos los años convocaba a su familia para celebrar su aniversario, ya era una tradición familiar. Por las noches hacía fuego y nos daba envidia. Nosotros también conseguimos hacer fuego, pese a que la leña estaba húmeda, y cenar una carne a la barbacoa, Luisito y yo nos dedicábamos a “robar” leña de los fuegos extinguidos de otros campistas que ya se habían marchado y dejaban los restos de madera allí; conseguimos juntar un buen montón de leña para la última noche, pero como no teníamos astillas para iniciar el fuego, le pedimos ayuda al señor de la Volkswagen, quien vino con gasolina y encendió la hoguera en un periquete. En una charla a la que me apunté, el “ranger” dijo que el Gran Cañón del Colorado se ve desde el espacio claramente, aparece como una cicatriz en la superficie terrestre. Otra anécdota: una noche, intentando avivar el fuego meto la cabeza cerca de las brasas para soplar y al apoyarme en el aro metálico que rodea el fuego, me quemo la mano, me voy de cara contra las brasas, me apoyo la mano en las brasas para salvar mi cara, y me doy un golpe/quemadura en una rodilla con el aro de hierro. Manos mal que Alegría me agarró de la chaqueta y tiró de mí para evitar el aterrizaje en la hoguera. Resultado: quemadura con ampolla en un dedo de la mano y en una rodilla. El dolor me hizo gritar mucho, pero también me reí, al igual que mis compañeros de viaje, que se alegran del mal ajeno.

Este señor tiene la costumbre de venir al cañón cada cumpleaños convocando a su familia. Tuvimos estupendas conversaciones con él.


83 SAN DIEGO, CALIFORNIA 2025

 

16 octubre 2025

Equipo al completo en el parque Anza Borrego

Nuestro Nissan Xterra. Hicimos 6000 Km sin el mas mínimo problema.





Este es el relato de un viaje de 37 días que hicimos Alegría y yo a San Diego (California) para visitar a nuestro hijo Luisito y a su mujer, Irene. Lo primero que hicimos fue solucionar el permiso de circulación del coche, que estaba a punto de caducar; hay que renovarlo cada dos años y es obligatorio pasar el “Smog Check”, un control de emisiones. Lo intentaron pasar Luis e Irene unas semanas atrás y fueron suspendidos por los catalizadores; cuando fueron al taller les dijeron que cambiar los 4 catalizadores costaba unos 8.000 dólares; más caro el collar que el perro; al llegar nosotros nos pusimos a buscar otros talleres y dimos con uno que hacía el trabajo por 2.280 dólares, así solucionamos el tema. El permiso de circulación caducaba en mitad de nuestra estancia en USA, y el plan era viajar con el coche, Ale, Luisito y yo durante casi toda nuestra estancia.

El vehículo era el mismo que usamos para nuestro recorrido hasta Alaska, el Nissan Xterra que compramos en Miami en diciembre de 2022 y en el que construimos una cama en la parte trasera y acoplamos par de cajones. Como Irene lo usaba a diario para ir a trabajar, alquilamos un coche que se quedó ella, mientras nosotros viajábamos con el Nissan.

Durante los primeros días en San Diego, aprovechamos que Irene no trabajaba el fin de semana y nos fuimos al Parque Estatal Anza Borrego, en la zona desértica del sur de California; acampamos sin nadie alrededor, Ale y yo dormimos en el coche y Luisito e Irene en su tienda de campaña. Noche fantástica bajo un cielo estrellado aunque con despertar a destiempo debido al cambio de horario.

Esta serpiente se acababa de comer otra serpiente más pequeña. Si hacéis zoom sobre la cabeza veréis la cola de la serpiente a punto de ser deglutida.

Alegría se compró unos zapatos en una tienda de artículos de granjeros.




miércoles, 11 de octubre de 2023

82 FINAL DE VIAJE

Para dejarles el coche a Luis e Irene tuvimos que cambiar las matrículas, de Florida a California. Para ello había que pasar la ITV, algo delicado porque el vehículo había tenido encendidas varias luces en el cuadro, mal mantenimiento por parte del dueño anterior, y con luces de fallo mecánico no pasas el examen. Tras varias reparaciones, se apagaron todas las luces y pasamos la revisión. Mucha alegría.

Este cartel estaba en el puerto de Ensenada, Baja California. La frontera con USA queda a unos 100Km

Esta es la casa en la que van a vivir Luis e Irene, es en La Jolla, San Diego, California.

Este es el post final de este viaje que empezó en 2017 en Montevideo y acabó en Los Ángeles en 2023 después de haber llegado desde Tierra de Fuego hasta Alaska. El coche con el que hemos viajado, pensábamos venderlo, pero dado que Luisito e Irene se quedaban en San Diego a vivir, era de cajón que el vehículo fuera para ellos. Regalo de bodas. En USA no se puede vivir sin coche. Nos despedimos de la pareja con un nudo en la garganta y nos fuimos a Los Ángeles a coger el avión a España. Llegar a Los Ángeles fue un suplicio; primero nos falló el autobús porque no pasó por la parada en la que lo esperábamos, culpa de la compañía, pero “no le devolvemos el importe” nos dijeron; a continuación decidimos ir en tren, pero una avería nos tuvo un par de horitas esperando con el consiguiente suspense porque teníamos hotel y vuelo en LA. Día nefasto. ¡Qué mal funcionan los transportes en USA!

Escribo este post desde el aeropuerto de Newark (New York) sintiendo un poco de vacío emocional. Se acaba este largo viaje/proyecto y no tenemos nada claro nuestro futuro en lo que se refiere a viajes, además cuando lleguemos a casa estaremos solos Alegría y yo; Luisito se ha ido a vivir a San Diego, California y Javi se emancipa. Sofi lleva años viviendo su vida en Madarcos. Por otro lado ¡qué alegría!

Gracias familiares, amigos y desconocidos que habéis seguido el blog. Ha sido un placer sentiros ahí.

Esta es la playa en la que van a aprender a hacer surfing Irene y Luis. Ya se han comprado los trajes de neopreno. Está a 5 minutos de su casa.

También cerca de la casa se puede visitar esta colonia de focas.